Un laboratorio selvático y abierto que sucede una vez al año y gira entorno al mango.
El Mango Jam impulsa procesos locales que transforman la abundancia de la cosecha de mangos en productos no perecederos que sirvan para el sustento de las comunidades locales. Estos procesos se realizan en conjunto con las comunidades indígenas y campesinas locales, gracias al intercambio de conocimiento entre estas comunidades y las personas invitadas al Mango Jam por medio de convocatoria abierta.

Trabajamos como un laboratorio de creación abierto compartiendo ideas, recetas y experiencias. Los resultados son publicados en nuestra página web y en físico para que las prácticas exitosas puedan ser replicadas y aprovechadas. El Mango Jam genera un espacio para el arte, involucrando proyectos que se inspiren en el mango para la exploración creativa con fines artísticos, musicales, lúdicos y educativos.





Una de las principales dificultades que enfrentan las comunidades rurales en Colombia son los considerables costos en los que se debe incurrir para transportar los productos desde los lugares de origen hasta los sitios de mercado. La precariedad de las infraestructuras de transporte, la falta de vías de acceso a los lugares, entre otras cosas, suelen generar tantos sobrecostos para los pequeños productores que se les hace imposible competir en el mercado.

Bajo estas condiciones, suele suceder que durantes las temporadas de cosecha algunos productos se pierdan en las fincas y parcelas de las zonas rurales, como hemos podido constatar en Palomino, Minca y Guachaca. Teniendo en cuenta la calidad de vida de las comunidades campesinas e indígenas de la zona, dentro de un contexto de escasez, se echa a perder un recurso precioso, y se desperdicia el potencial de estos frutos que da la tierra. El hecho de que el cultivo y recolecta de estos productos no sea una actividad rentable, deja a las comunidades campesinas e indígenas a merced de alternativas mucho más lucrativas como el cultivo de coca o marihuana, o las obliga a desplazarse a zonas urbanas en búsqueda de mejores oportunidades economicas. El Mango Jam le apuesta a la transformación de esta realidad por medio del intercambio de conocimiento para lograr nuevas formas de producción.

La idea del Mango Jam nació cuando nos dimos cuenta de que nuestros vecinos tenían aproximadamente 100 árboles de mango, los cuales daban frutos todos en el mismo momento entre los meses de Mayo y Julio y que estos frutos ni se vendían ni se transformaban en productos secundarios. Sucede que el precio que los distribuidores están dispuestos a comprar por la caja de mangos en la carretera (que se encuentra a 60 minutos a pie de las parcelas) es de COP $2.000 por caja (menos de un dólar), lo cual no justifica todo el trabajo que implica recoger el mango y llevarlo hasta la carretera. Esto no es muy sorpréndete ya que las frutas y otros productos cultivados por campesinos en Colombia se pagan muy por debajo de un precio justo, que pudiera asegurarles una vida digna. Una situación que lleva décadas sin solucionarse del todo a pesar del crecimiento de la economía en general, tornándose en un defecto estructural de la sociedad colombiana.



También es de considerar que a razón del cambio climático se vuelve cada año más difícil predecir cuándo va a llover o hacer sol. En el pasado había ciclos bien conocidos por los agricultores, y que eran posibles de predecir, permitiendo una mejor planeación. En nuestra región del Caribe Colombiano por ejemplo se conocían dos épocas para sembrar. Alrededor de semana santa caían las primeras lluvias del año y se podía sembrar una primera cosecha con el método milenario que aprovecha la lluvia para la siembra (rociar el terreno, quemar y sembrar en el momento adecuado). Luego entraba un verano corto cuando se cosechaba lo de la primera siembra y en Septiembre empezaba la segunda temporada de lluvias, y con ella la segunda siembra del año y su cosecha desde enero a marzo.

Ahora las cosas no son igual, no llueve o llueve demasiado y en momentos inesperados. Ya no se sabe cuándo sembrar. La producción no es tan buena o es nula. Durante 2014 y 2015 por ejemplo, los mismos vecinos indígenas Arahuacos que participan con nosotros en el Mango Jam perdieron 70% de sus cosechas a razón de una sequía fuerte. No lograron alimentarse durante la mitad del año y tuvieron que buscar su sustento en el pueblo de Palomino. Estos indígenas llevan milenios viviendo de sus propias cosechas pero con el cambio climático se les está haciendo muy difícil continuar haciéndolo.







La compota y otras conservas han jugado un rol fundamental asegurando la soberanía alimentaria de poblaciones enteras desde el desarrollo de la agricultura en los países de zonas estacionarias o con climas muy difíciles. Las conservas se realizan de diferentes formas utilizando técnicas diversas desde la antiguedad. Una compota de mango es una comida rica en vitaminas y calorías se puede conservar por dos años o mas.
En el trópico siempre ha habido gran abundancia, un clima ideal para la siembra por lo cual la tradición de la conserva no se ha desarrollado. Ahora con el cambio climático y la escasez de agua las cosas son diferentes y es necesario aprovechar la máximo los recursos que brindan las cosechas para asegurar la soberanía alimentaria de las comunidades mas afectadas.





Nos encontramos en una zona que por suerte aún mantiene tradiciones fuertes de intercambio de productos. La siembra familiar y comunitaria, además de la economía del trueque, son las bases del abastecimiento de los pueblos indígenas de la sierra. En especial los Koguis tienen muy poca o ninguna dependencia del sistema monetario formal. Desde el Mango Jam queremos aprender de este ejemplo y aplicarlo, impulsando una economía del trueque que surja a partir de los productos del Mango Jam y que abarque las comunidades campesinas, indígenas y urbanas.




Estas iniciativas ya existen en algunas partes de Colombia pero a escala aún muy reducida, y en muchos casos en fases experimentales. Sobre todo, comparado a un país como Francia por ejemplo, donde este tipo de trabajo es muy común. Ahí, en cada región hay cantidades de pequeños fabricantes de productos alimenticios hechos de forma artesanal, que son revendidos en mercados especializados a los millones de turistas que las visitan durante las temporadas altas. Mercados donde los pequeños productores pueden vender directamente a los clientes, sin tener que recurrir a los intermediarios que muchas veces encarecen demasiado la cadena de comercialización. Estos productos son considerados de más alta calidad que los productos industriales, y por consiguiente son vendidos a un precio mayor. Porque son “hechos a mano”, se los considera productos de gama alta.

El auge del concepto de “producto orgánico”, y el de conceptos como el “comercio justo”, también apunta a la necesidad de transformar los modelos de producción masivos, jalonados por el comercio internacional, para reemplazarlos por modelos más saludables, menos dependientes en químicos, en los que la mano de obra es pagada de manera justa por su labor.
Actualmente existen en el mundo cada día más personas que prefieren consumir productos que cumplan con estas especificaciones. Proponemos aprovechar esta tendencia global para beneficiar a las comunidades locales, intercambiando conocimientos tradicionales y ancestrales con la experiencia de las personas convocadas al Mango Jam. Estos procesos serán socializados y difundidos a través de charlas, material audiovisual, y narrativas explicando el origen y las formas alternativas de producción y consumo del alimento con productos “hechos a mano”, “orgánicos” y que provengan del “comercio justo” entre las poblaciones participantes del Mango Jam.




Mujeres informadas y empoderadas hacen una gran diferencia en contextos de vulnerabilidad socio económica .

La realidad de la mayoria de las mujeres de la zona de Mango Jam es la de mujeres desempoderadas, desinformadas, desconectadas y con poco acceso a servicios de salud, educación, justicia, entre otros. Sus condiciones son de pobreza rural media y alta .

El Mango Jam tiene un eje de género transversal a todas las áreas de trabajo. Este evento tiene el potencial de reunir muchas mujeres, para aprender, intercambiar saberes, problemas y soluciones, y para construir redes de trabajo en áreas críticas para su desarrollo socio económico.

Durante Mango Jam se realizan 3 talleres dirigidos a entregar información clave para luchar contra el hambre en la zona y empoderar a la mujer para la toma de buenas decisiones con respecto a la seguridad alimentaria de la familia.

Para mas informacion:
diana(arroba))misiongaia.org









¿QUE ES EL MANGO JAM?
El Cambio Climatico y la Soberania alimenticia
Las conservas, tradición milenaria
SOLUCIONES
Situación de las comunidades campesinas e indígenas en la Sierra nevada de Santa Marta
Cooperativa o “Círculo de Trueque” para el intercambio local
Microempresas regionales y comercio justo
Donde se cosecha el mango y la economía solidaria!!!
Empoderamiento de la mujer para combatir la malnutrición y desnutrición infantil
Misión y visión
Sector turistico
Mango Jam 18
Recolecta de frascos
Quienes somos
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Recetas
A lo largo de los cuatro años de existencia del Mango Jam; todas estas entidades y colectivos han aportado al mango Jam:
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